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lunes, 29 de octubre de 2007

"LIBERTARIA". Entrevista a sus Autores!


Si eres amante de este genero, si tienes curiosidad o si tan solo quieres optar por una altenativa distinta a lo que es una telenovela, este martes 30 de octubre puedes escuchar una novela de epoca "Libertarias" original de Carlos Roa y producida por Alberto Cimino.

Es una novela ambientada en la epoca perejimenizta, y debido a la excelencia de su texto ha sido versionada, e interpretada en esta oportunidad por un maravilloso elenco, en el que cuenta Mary Carmen Regueiro, Carlos Montilla, Hilda Abrahanz, Kiara, entre muchos otros.
Puedes escucharla en 100.3 fm de la gran caracas o Power 929 en Maracaibo.
Y toda Venezuela y el Mundo por la web: http://www.lafmdelagrancaracas.com/ (a la 1:00 y 11:00 pm) y http://www.power929fm.net/ a las 8:00 am. No te pierdas esta oportunidad, de experimentar con tus sentidos y hacer volar tu imaginacion con esta maravillosa historia de amor, llena de historias y personajes diferentes. Definida como un "apasionante drama que despierta la inquietud ante la historia de Venezuela y sus grandes épicas por conseguir la libertad"

A continuacion una gran entrevista con sus Autores.
a
Carlos Roa es Licenciado en Comunicación Social de la UCV. Actor, locutor, articulista de opinión. Se formó en el CELCIT y el Grupo Actoral 80; Cursó talleres de dramaturgia y guión con Julio César Mármol, Mónica Montañés, Jordi Galcerán y Amparo Montalva. En radio ha sido conductor de espacios, reportero, productor y guionista. Su primera obra infantil original, FURI FIRI EMPRESA EXITOSA, obtuvo Mención Especial del Premio de Dramaturgia Infantil Aquiles Nazoa y se estrenó en 2006.

Ahora veremos sus impresiones sobre Libertaria.

¿En qué te inspiraste para hacerla?

Espero haber tenido el acierto de recoger el espíritu de la telenovela Estefanía, de Julio César Mármol, sin copiarla. Para nuestra generación, que no vivió el perezjimenismo pero sí vio esa producción, creo que es una referencia ineludible.
Luego están los cuentos que uno escuchaba de sus padres, tíos y abuelos: eso de hablar bajito por el miedo a la represión, de los esbirros que llegaban de noche y se llevaban vecinos, toda esa atmósfera siniestra que se percibía al respecto.

Después, recuerda que yo, justamente por esa inquietud, me planteé hacer mi tesis de comunicación social respecto a las primeras páginas de los periódicos del 23 de enero de 1958. Aunque al final no concreté esta idea, sí avancé en la investigación preliminar, ayudado por mi profesor de Historia Contemporánea de Venezuela, Alejandro Mendible.

De allí, me quedaron numerosas referencias hemerográficas y bibliográficas. Me impresionaron especialmente dos libros: Se llamaba SN de José Vicente Abreu y Confesiones de un Esbirro, de Braulio Barreto. Eran las dos caras de la moneda: el perseguidor y el perseguido, el torturador y el torturado. Creo que eso me sirvió para mostrar los dos rostros, como debe ser periodística y dramatúrgicamente hablando.
También debo mencionar Golpes de Estado en Venezuela, de Los libros de El Nacional e Imagen Literaria del Periodismo, escrito por Humberto Cuenca, padre de mi profesora Gloria Cuenca.
Existe una abundante hemerografía de cuando se cumplieron los 25 años de la caída de Pérez Jiménez, en 1983. Para aquel momento la prensa hizo generosos resúmenes de los acontecimientos, los cuales por cierto no se han vuelto a hacer.

Y hay una fuente crucial: el testimonio vivo de Oscar Centeno Lusinchi, quien es uno de los personajes centrales de Libertaria. Me impactó mucho conocerlo y tuvo la generosidad de obsequiarme sus memorias manuscritas, las cuales constituyeron el hilo conductor sobre el cual ensarté todas las referencias antes mencionadas.
La madre de la protagonista, Doña Isabel, viuda de Marcano, es una reminiscencia de mi abuela, Dolores Morlet de Roa. Ella perdió a su esposo –mi abuelo- el capitán Evelio Roa Castro, en el golpe de 1945.

Ambas perdieron a sus maridos por culpa de la violencia política. Ambas debieron criar a sus hijos con recursos limitados en medio de una dictadura. Y por supuesto, el desmembramiento de una familia por motivos políticos es algo que me impresiona profundamente, debido a esa cercana vivencia familiar.

¿Cómo llega la propuesta de Alberto Cimino para producirla?

Cimino quería llevar a la radio Estefanía, pero RCTV negó los derechos. Cosa lamentable, ya que la iba a adaptar el mismo Mármol, y yo nada más actuaría, les había pedido el rol de Gabo, el hermano del protagonista, interpretado por Henry Zakka en la original. Era un estudiante comprometido con la lucha clandestina, por lo que me llamaba mucho la atención.
Negado el permiso, a Cimino se le ocurre hacer un original ambientado en la misma época y me solicita que lo escriba, visto que yo era un alumno de Mármol que admiraba especialmente esta telenovela. Y para involucrar a Mármol, a Cimino se le ocurrió que él hiciera de Pérez Jiménez, cosa que nos emocionó mucho a todos.

¿Cómo te sientes ante esta nueva version? ¿Hay cambios respecto a la original?

Tengo entendido que Cimino agregó escenas, pero no sé de qué van. De resto, entiendo que se respetó la estructura. Me da mucha curiosidad, por supuesto.

¿Cuales actores/actrices imaginaste o querías para tus personajes?

Creo que el único que tuve claro desde el principio fue a Winston Vallenilla para el protagonista masculino, el alférez de navío Gustavo Córdoba. Conozco a Winston de hace años, hicimos teatro juntos y me parece que, gracias a su familia, tiene una excelente formación profesional. Además, protagonizó de manera brillante mi adaptación de La esclava Isaura.
Sin embargo, fue justamente Winston quien no pudo estar. El personaje lo hizo Luciano D'Alessandro, creo que fue su primer protagónico y le agradeceré eternamente el entusiasmo que le puso.
No había visualizado a nadie más en particular. Rosalinda Serfaty fue una actriz extremadamente entregada en el rol de Marielena, la protagonista, cosa que también agradezco. Tenía algo que queríamos, y es un aire a Pierina España: la voz ronquita, rubia, de facciones cuadradas. También el casting de Rosalinda fue un guiño a la nostalgia.
No se me ocurría otro actor para Pedro Estrada que no fuera Gustavo Rodríguez. Y mientras escribía, me preguntaba: "¿se podrá?"

Por suerte, fue Gustavo quien se acercó al proyecto al tener conocimiento del mismo. Así como es él, sencillote, ocurrente y bromista. Una de las experiencias más estremecedoras de mi vida la tuve cuando escuché aquel señor actor interpretando al personaje que lo hizo legendario, pero ahora con nuevas líneas... ¡escritas por mí!
Recuerdo también con mucho cariño el trabajo de Carlitos Olivier como Oscar Centeno Lusinchi, pieza clave en la articulación de civiles y militares para conspirar, personaje histórico que me ha distinguido con su amistad y que me suministró numerosos documentos para reconstruir la historia.

Ahora tengo mucha expectativa con Maricarmen Regueiro y Carlos Montilla. Mi primera escena en TV la grabé con Maricarmen, por lo cual la recuerdo con mucho afecto; además de haber sido una actriz excepcionalmente solvente a pesar de su juventud.
Carlos es uno de mis actores imprescindibles. Ya ha estado en varias de mis radionovelas y destaco en especial el protagónico de Pepe Rey en Doña Perfecta, junto a Flor Núñez. Es uno de los intérpretes que siempre tengo presentes.
Desconozco el resto del elenco, pero confío en el criterio de Cimino para el reparto, siempre me ha sorprendido gratamente.


¿Te gustaría crearla visualmente?

¡Por supuesto! Pero sé que es complicado por ser de época. Lleva muchos personajes, carros; ¡hasta tanques de guerra, aviones y barcos!
Además, tiene escenas tan complejas como la toma de la Seguridad Nacional, la madrugada del 23 de enero, recogida por la historia como un acto que convocó a más de siete mil personas arremetiendo contra aquella mole gris de la Plaza Morelos, que fue saqueada e incendiada.
Allí ubiqué a la protagonista, luchando junto a la multitud por llegar hasta el edificio para saber de su hermano preso. Creo que es mi escena favorita, por representar el mayor acto de justicia en manos de los ciudadanos.

Otra difícil es el discurso de Fabricio Ojeda ante una multitud de estudiantes en el estadio universitario; pero no se puede dejar de soñar. Sería un gran reto de producción y cosas más grandes se han hecho…

¿La radionovela es un campo donde los escritores pueden desarrollarse y destacarse o consideras que puede ser tomado como un género inferior?

Definitivamente es un campo de desarrollo. Como periodista, aprecio los géneros que te sometan al diarismo y a producir grandes cantidades de material bajo presión y en breve tiempo. Es un entrenamiento insustituible para enriquecer el don.


A continuación, Alberto Cimino, reconocido locutor, conductor del programa El Universo del Espectáculo y productor de mas de cien exitosas radionovelas, donde ha reunido elencos que ni la televisión ha logrado, aparte de columnista en el diario La Voz y actor, entre otros, me respondió amablemente lo siguiente:
a
Que te gustó de Libertaria para hacerla?

Siempre quise producir una radionovela de epoca ambientada en la dictadura perezjimenista y le propuse la idea a Carlos Roa y cuando me presento “Libertaria” quedé encantado.

¿Por qué una nueva version de esta novela?
Supe de dos personajes que tambien existieron como “La Guachara” y “la Samaritana” y le propuse a roa una nueva versión.

¿Cómo fue la experiencia de realizarla y qué difererencia hay entre las dos protagonistas, Rosalinda y Mary Carmen?
La experiencia maravillosa como en cada radionovela, entre las protagonistas no se puede hablar de diferencias puesto que son dos producciones distintas.

¿Consideras que puede ser un campo de desarrollo para un escritor, el ambito de las radionovelas?

Seguro, las radionovelas cada dia ganan mas espacio. En Perú Vargas Llosa desde julio produce dramatico radiales con un formato muy parecido al nuestro, Arquímedes Rivero en Miami realiza Audio Libros.

Así concluye esta entrevista a dos grandes personas y dos grandes talentos.

No me queda más que agradecerles a ambos por su colaboración. Invitar a todos de disfrutar de esta gran producción Este martes 30 de Octubre y recordarles que el género de las radionovelas tiene mas de 50 años realizandose, y ésta es una demostración de arte (tanto literario como de actuación) en todos los aspectos... ah! y que tal comentar los capítulos? Buenísimo!!

sábado, 27 de octubre de 2007

HUELLAS IMBORRABLES

Cap. Final

Lanzó la puerta tras de sí, envuelta en odio, desesperación, dudas, tristeza… en su alma como un volcán hacían erupción varios sentimientos, distintas emociones. Tiró un florero al piso llena de furia, él la engañaba todo este tiempo y ella como una imbécil le creyó todo mientras el mundo le gritaba que estaba equivocada; estaba tan claro, pero no podía soportar más mentiras, hoy era el día de escuchar dónde él estuvo esos dos años y lo más importante: ¿Por qué regresó?

Fue a su cuarto y apoyada en la almohada recordó día a día todo lo que ha sido su vida a partir de la decisión de no casarse y la carencia de voluntad para luchar, seguir adelante y defenderse por si misma, lloró, y sentía olas que se movían en su corazón, contempló el techo de la habitación, y estuvo ensimismada por horas esperando que Cesar llegara, recordando a cada instante las palabras de esa mujer “mi esposo acaba de salir” ,el cielo oscuro dio paso a un amanecer repentino, lluvioso, el sol se asomó a través de su ventana cuando eran las 10:00, se observó al espejo y sabía que algo debía hacer, la tarde pasó rápidamente y otra vez la luna brillaba en lo alto y su mirada perdida en algunos momentos se enfocaba en la puerta que deseaba que se abriera para que Cesar apareciera, pero los días pasaron y él no llegó. Ya la comida se había acabado, vendió algunos vestidos para comprar algo y otro giro de la hipoteca había llegado, y no encontraba a su alrededor alguna solución. Esa mañana se despertó, se asomó a la ventana, respiró profundamente y una vez más observó al mundo y sabía que la tierra seguía girando y que si continuaba detenida iba a caerse de él. Hoy era el día, tenia que saber donde estaba Cesar, para recriminarle el por qué de su cobardía, para saber el por qué de su regreso, el por qué se fue por dos años.

Descendí del auto echa un manojo de nervios, guardé el reloj en la cartera y me dirigí a esa casa, no podía retroceder, ya todo estaba decidido y debía afrontar a toda costa las consecuencias de lo que habría de enterarme. Esperé un momento luego de tocar la puerta por segunda vez. Abrió la misma mujer de aquella vez, quien bajó la cara al observarla, pero pude notar el golpe que llevaba en su ojo derecho.
- Vengo a hablar con usted, no sé quien es realidad, lo cierto es que soy una víctima de Cesar Durán, una idiota que creyó en él, vengo a que sea usted quien me explique porque la cobardía a él le impide decírmelo, donde estuvo hace dos años, estoy segura que debes saberlo. – Le dije observándola, con seguridad. – Pensara que estoy loca, o que soy una cualquiera, tan solo hace tres semanas me enteré de su existencia, quiero hablar con él, que me diga por que me dejó hace dos años y por que regresó.
La mujer permaneció callada uno segundos.
- Cesar es un animal. – Dijo ella mientras subía su rostro, había dolor en su mirada, y su voz casi iba al llanto. – Me golpeó por haberle dicho que era su esposa y antes de que me ponga otra mano encima por lo que le diré, lo denunciaré, yo no me dejaré golpear por ningún hombre, yo puedo valerme por mi misma y no lo necesito.
- ¿Dónde esta él? – Interrumpí.
- No lo sé, pero en cualquier momento aparecerá, la policía lo está buscando.
Sus palabras me asombraron pero quise disimular, sentí que el aire me faltaba pero debía escuchar todo, ella prosiguió.
- Él no le dice la verdad no porque tenga miedo, sino por conveniencia. Esos dos años Cesar estuvo en la cárcel, preso por tenencia de drogas e intento de asesinato, me dejó sola con un niño, y ahora que está en libertad condicional la única alternativa que tenía para salir adelante era quitarle su dinero, usted no podía conocer su pasado, yo no estuve de acuerdo, pero ¿qué podía hacer?, tuve que aceptar cada una de sus condiciones, él no la ama, nunca la amó, solo quería su dinero para poder mantenerme y mantener a nuestros hijos, al parecer no todo le estaba saliendo como lo planeó y estaba pensando en dejarla y conseguir otra.

Corrí, corrí desesperada hasta caer ahogada en lágrimas, miré el cielo que estaba nublado, cerré los ojos y vi que mi vida se había convertido en una maldición, lloré hasta desangrarme y no tener fuerzas para odiar tanto a Cesar. Caminé desolada, con ansias de morir, él me mintió siempre, llegué al apartamento me lancé a la cama, observé la foto donde estábamos juntos, leí las cartas que me envió hace tanto tiempo y después le prendí fuego y mientras el papel se consumía pedí a Dios que me diera fuerzas para odiarlo más, para olvidarlo, para comenzar una nueva vida, recogí las cenizas y las lancé por la ventana y al verla suspendidas en el aire quise dejar flotar mi alma, quizás así mis recuerdos volarían hasta desaparecer, pero era imposible, estaba marcada, Cesar era una huella imborrable en mi vida, Mauricio, ¿Quién era en realidad Mauricio para mi?, no sabía como llamar a ese sentimiento tan especial y ya no valía la pena preguntarse ni ahondar en ello, hoy ya era imposible.

Caminó por el jardín, el sol iluminaba las rosas, el cielo estaba adornado de nubes rebosantes, la brisa era cálida y lavaba su rostro y sin saber cómo llegó hasta su casa, pensando en qué hará después de hoy, se tendió en la grama aun húmeda y una vez más comenzó a llorar, corrió por el jardín hasta llegar al árbol, su árbol, y abrazarlo y mientras sentía que el alma salía por sus ojos convertidas en lágrimas comenzó a trepar y mientras recordaba cada humillación, cada instante de soledad, cada discusión, cada ausencia, cada mentira mas rápido iba subiendo hasta darse cuenta que estaba en la cima del árbol y desde ahí podía contemplarlo todo, ese todo estaba vació o por lo menos no poseía lo que ella esperaba que se repitiera y que al parecer era imposible, se había perdido todo en un abrir y cerrar de ojos, no había quedado rastros y sabía quien era la única culpable: ELLA. Se colocó de pie equilibrándose en una de sus ramas, quería liberarse de su desdicha, de esa gran tormenta que fluía por sus venas.
- ¡Fabiana! – Gritó su madre. - ¿Qué haces?
En ese instante Alexandra llegó asustada acompañada de Ernesto, su novio.
- ¡Es Fabiana!, está en el árbol... – Le dijo a Alexandra y ésta subió la vista, se sorprendió al verla en lo alto.
- ¡Fabiana! Baja de ahí, por favor, baja. – Gritó Alexandra. – Entra a la casa, ahí podremos hablar como las amigas que somos.
Desde lo alto ella las observó, pero en su mente solo escuchaba las palabras de aquella mujer: “Cesar nunca te amó”.
-¡Fabiana no me hagas esto por favor! - Gritó Fabiola llorando, recordando que su hijo mayor había muerto en trágicas circunstancias.
Los vigilantes se acercaron y los criados también y todos le gritaban pidiéndole que reaccionara, Fabiana se sentó lo cual les produjo cierta calma, pero continuaron pidiéndole que bajara, comenzó a lloviznar y aunque Fabiola y Alexandra estaban vestidas y arregladas para ir al matrimonio de Mauricio no se quitaron del pie del árbol. Sin volver en sí aun Fabiana comenzó a descender por cada una de las ramas, cautelosamente, con la mirada perdida, mientras su madre rogaba a Dios que no le pasara nada. Cuando estaba cerca del suelo Ernesto le tendió la mano y la abrazó, acto seguido todos corrieron hacia ella y la abrazaron, Fabiola lloró sobre su hombro y la condujeron a la habitación.

Estaba envuelta en una sabana blanca, desperté y noté que estaba en mi cuarto, no sabía cuanto tiempo había pasado, quizás horas o solo minutos, pero estaba en su casa y no recordaba como había llegado allí. La criada le trajo un té, le sonrió levemente y como un relámpago recordó todo lo que había sucedido y me agité, quise salirme de la cama pero la criada me detuvo.
- Su mamá me dijo que la atara si era preciso señorita. – Dijo la chica de servicio.
- ¿Donde está mama? – Le pregunté. – Quiero verla, hablar con ella, con Alexa.
- Regresan dentro de poco señorita, están en el matrimonio del señor Mauricio. Estuvieron a su lado hasta hace unos minutos y me pidieron que la cuidara y no la dejara salir.
Tomé un sorbo del té, la puerta hacia el balcón estaba cerrada, sonreí, quizás creen que sería capaz de lanzarme, “si me hubiese casado con él” comencé a recordar otra vez a esa mujer “Cesar solo quería su dinero” me lancé al piso, “él estaba pensando en dejarla” en ese momento entraron a la habitación, se limpió las lágrimas y al subir la vista era Cesar.
- Solo quiero decirte que…
- ¡Quiero que te vayas muy lejos! – Interrumpí y lo observe a los ojos, caminé hacia él. – Si en el próximo minuto no te vas de mi casa seré capaz de matarte así sea con mis manos, no quiero escuchar una maldita palabra tuya.
- Quizás pronto me condenen por no cumplir con mi libertad condicional, pero antes de perderme quería decirte que mi corazón es tuyo.- Dijo con dulzura y una sorprendente tranquilidad.
- Me das lástima Cesar, eso es lo que puedo sentir por ti, quizás estar a tu lado era sentir que valía como ser humano porque ayudaba en algo la humanidad en regenerar a un ser tan despreciable como tú.
- ¡No voy a permitir que me insultes! – Dijo Cesar y levantó la mano desafiante, me acerqué sin temerle.
- Me pones un solo dedo encima y te cortó la mano. –Dije sujetándosela. – Y sabes, no te odio, acabo de darme cuenta que odiarte seria tenerte presente, seria una forma de amarte, siento por ti una profunda decepción, y una enorme lastima, por tu esposa y tus hijos, solo quiero que salgas de mi vida, no porque te desprecie sino porque seria recordarme lo tonta que fui.
Acto seguido le di una bofetada que lo lanzó al piso, se levantó rápidamente y me quedé inmóvil, esperando su reacción pero se limitó a observarme asombrado.
- Esa bofetada fue por la que me diste una vez. Ahora márchate antes que llame a los vigilantes. ¡Vete! y suerte en la cárcel.
Di media vuelta y escuché la puerta cerrar, sonreí, me sentí única, valiente, desafiante, íntegra, al fin me sentí viva y comprendí algo muy importante: Toda decisión es una determinación que debe conllevar a la acción, y algo tenia que hacer, sin importar las consecuencias sabia que cada experiencia me haría crecer y que dentro de mi estaba la fuerza para salir adelante si era necesario sola, tal como lo haría aquella mujer que teniendo dos hijos decidió luchar por ella y su familia.Sin que se percataran salí de la habitación, noté que no había nadie, y me escapé por la puerta trasera de la mansión.

Mauricio estaba feliz, ahí al frente estaba ella, una mujer a la que amaba, hermosa, inteligente y lo más importante, lo amaba también. En su letargo podía escuchar el canto del Ave Maria y observar la felicidad en el rostro de cada uno de los invitados. Clemencia sentía la dicha tomada de la mano, y soñaba con una felicidad eterna al lado de ese hombre que tanto ama. Mauricio subió el velo y le besó dulcemente en los labios, todos aplaudían y cuando dio media vuelta se sorprendió, ahí en la puerta estaba Fabiana, al ver la mirada del recién casado todos voltearon para descubrir qué sucedía y reinó el silencio en el lugar, Fabiola se puso de pie, Fabiana, caminaba por el pasillo, hermosa, segura, con un aura especial que la envolvía y los flashes relampagueaban en su rostro, como una película en cámara lenta sus pasos eran contados y se hacían eternos para llegar a su destino, estar frente a Mauricio.
- Felicitaciones. – Dijo cuando llegó hasta él y lo abrazó fuertemente. – Eres un gran hombre y te mereces lo mejor.
Clemencia y Mauricio no articulaban palabra
- Sé que se irán muy lejos y antes de eso tenia que pedirte perdón por lo que hice, ya ha pasado tiempo y hoy me demuestras que has dejado atrás todo lo sucedido, pero mi ser exigía que te debía un perdón con toda la sinceridad y desearte lo mejor del mundo.
- No te preocupes, todo quedó atrás Fabi. –Dijo Mauricio suavemente y observó nervioso a Clemencia. Fabiana prosiguió.
- Es un gran hombre, Clemencia. Te felicito. Y ambos tienen en mí una gran amiga.
Acto seguido los abrazó, les dio un beso en la mejilla. Observó a su madre, le guiñó un ojo haciéndole entender que todo estaba bien, dio media vuelta y se retiró.

Habían transcurrido algunos días, Fabiola llamó desde Buenos Aires preguntando como estaba todo, y todo marchaba bien. Ernesto conversaba con Alexandra en el jardín y Fabiana estaba en su habitación ordenando sus libros, mientras escuchaba música, tranquila, relajada. Había averiguado en la universidad sobre el proceso de reinscripción e inicio de clases, y había decidido también comenzar a trabajar, quizás en un museo, o como asistente de un reconocido antropólogo. Observó las noticias, hablaban del matrimonio de la top model Clemencia con Mauricio Córdoba y la aparición de la ex novia de éste quien no es más que la hija de la artista plástica Fabiola, del economista Alexandro Pietri, la nieta del famoso actor Amador Monasterio. - ¿De que te ríes? – Preguntó Alexandra entrando a la habitación y acostándose a su lado.
- Algún día quiero que me llamen por mi nombre, la famosa Antropóloga Fabiana Pietri Monasterio.
Sabia que para ello era necesario la acción, porque así lo había determinado. Terminaría su carrera, luego de regresar de su viaje a Eslovaquia donde estaría con su padre.
- ¿Que tal si competimos cual de las dos llega mas alto al árbol? – Dijo Alexandra y ambas corrieron hasta allá, recordando cuando jugaban siendo niñas. Mientras la música aun sonaba en la habitación.



© Jesús Maury, 2007, todos los derechos reservados.

miércoles, 24 de octubre de 2007

ANTI ARTE.. o qué es el arte

Cuando se habla del movimiento Antiarte se introduce con descuido la interrogante ¿Qué es aquello que entendemos por arte?, y siendo la apreciación del mismo tan subjetiva no hay términos preestablecidos para definir realmente este movimiento.
La belleza de una pintura, la grandiosidad de una escultura, la transmisión de sentimientos de una poesía, son emociones o percepciones individuales. Los cánones de belleza y/o estética preestablecidos en la sociedad no siempre tienen los mismos patrones en todas las culturas, y en toda persona.


De igual modo nos dice al respecto:
http://es.wikipedia.org/wiki/Movimiento_antiarte
El anti-arte pudo nacer de una lucha contra la concepción de que el arte podía ser sólo apreciado por la burguesía, ya que con corrientes explosivas como el Dadaísmo da ese rompimiento entre el arte y las clases dominantes, pasando el desarrollo del arte moderno a manos de gente común y corriente.


Surge un nuevo término, que brevemente http://www.arteespana.com/dadaismo.htm lo conceptualiza. Dadaísmo: "Éste surge con la intención de destruir todos los códigos y sistemas establecidos en el mundo del arte. Es un movimiento antiartístico, antiliterario y antipoético, ya que cuestiona la existencia del arte, la literatura y la poesía"


Tras recibir un mail (yo y mis mails) de la Prof. Carolina Acosta indagué sobre artistas que se asemejan a lo que me comunicó, segura y así lo es, de que podría interesarme.

En la siguiente información me planteé no dar mi opinión, algunas obras me parecieron anti estéticas, otras muy diferentes, algunas repulsivas, y tal vez sorprendentes, pero todas originales. Brevemente les presento tres artistas:


Damien Hirst

Pertenece al grupo surgido en la década de los 90 llamado Young British Artists" (YBAs), Jóvenes Artistas Británicos. Él no busca agradar a quienes posan sus ojos sobre alguna de sus obras.

Se niega a ser parte del juego masturbatorio de la belleza por la belleza; vaciada de contenido. Para él, el hedonismo, o en su defecto el excesivo culto a la estética, restringe la capacidad del hombre de dejarse impresionar por aquello que percibe en su entorno.

Presentó la obra que se convirtió en su tarjeta de presentación: The Physical Impossibility Of Death In the Mind OfSomeone Living (Imposibilidad física de la muerte en la mente de alguien vivo) en 1992.

Para los no entendidos, el nombre de aquella propuesta sonará más rimbombante que explicativo, pero se trata de una vitrina en la que yace un tiburón tigre de cuatro metros de largo sumergido en formol.



Él comenta: "Es una obra hecha para describir un sentimiento, para decir cómo un objeto y su contenido pueden referirse a temores, dudas y cosas por e lestilo. Creo que el tiburón representa aquella vieja idea victoriana de atraer tú al mundo en lugar de que tú vayas hacia él. Mucha de la inspiración vino de la película de Spielberg, Tiburón".



A finales de agosto pasado, Hirst vendió por 74 millones de euros (más de 100 millones de dólares) una calavera humana de platino completamente cubierta de diamantes. Considerada la obra de arte más cara vendida, estando vivo su autor.(*)


Belle Wether


Es una artista que algunas las catalogan loca, ninfómana, pero unos mas le dicen hiperrealista. Esta es una tendencia radical de la pintura realista surgida en Estados Unidos a finales de los años 60 del siglo XX que propone reproducir la realidad con la misma fidelidad que la fotografía, a la que toma como modelo y cuyos códigos aplica.

(Como Ron Mueck ¿recuerdan? las esculturas gigantes que presenté en un post)


¿En que consiste su obra? Muy sencillo, pinta bolsas escrotales. Ya sea presentando la fotografía de esa zona específica o pintando en ellos como un lienzo. No en valde Le dicen la pintora de los cojones.

He aquí muestras de lo que realiza. Pueden ver mas en su página: http://www.cornerpocketart.com/gallery.asp



Carolina Muñoz

Hay quienes sus imágenes pueden chocar o seducir. Interpretan la podredumbre, la decadencia, el paso del tiempo y la muerte con señas típicamente placenteras.


Ella comenta sobre su trabajo: "La luz y la quietud de esas naturalezas muertas en las que históricamente los ojos habían estado acostumbrados a descansar, son aquí empleadas para hacer nítidos algunos procesos que aluden a la enfermedad y a la defunción" (**)

(las fotos de Carolina Muñoz fueron tomadas al articulo de prensa)

Ahora que han visto sus obras, ¿qué les parece? es arte... es anti arte... ¿Belle estará loca, Hirst desquiciado... y Carolina ama la decadencia? Recuerda votar... ¡arriba!.


Para culminar, ya fuera de tema, les dejo este afiche, el cual le tomé foto cuando lo vi, ya veremos que se puede descubrir (o desenterrar) en esta exposición escolar. Están invitados.


(*) JUAN ANTONIO GONZÁLEZ, El Nacional. Domingo 21 de Octubre de 2007

(**) EDGAR ALFONZO-SIERRA, El Nacional, Lunes 24 de Septiembre de 2007

sábado, 20 de octubre de 2007

HUELLAS IMBORRABLES

Cap. Anterior Vio marchar a Mauricio tomado de la mano con esa hermosa mujer, la trivial idea de que ahora ella podía ser llamada como la ex novia del prometido de Clemencia le produjo gracia, al parecer jamás sería conocida por su nombre, aunque afortunadamente la prensa no había invadido su vida. Quiso llamarlo, preguntarle como estaba, cómo superó todo lo sucedido, tenía la necesidad de recibir su perdón, de explicarle el por qué de su decisión y mucho más que eso, ser su amiga. Pero quizás a él no le importaba nada, todo lo que ideó se esfumó en un simple saludo, caminando lánguidamente al apartamento pensó como sería su vida si se hubiese casado, ahora estaría esperándolo para recibirlo con un beso y de seguro almorzarían fuera, ja, ya no hay esperanzas, ahora Mauricio es el novio de una de las mujeres mas hermosas del mundo y el recuerdo de ese amor quedará sepultado, sin embargo hay quienes dicen que los sentimientos son lo mas importante, así que sólo el físico de esa mujer no era el arma que podía retener a Mauricio, pero ahora nada más hay eso: recuerdos, aun así se preguntaba qué sería de su vida, había perdido a su familia, a sus amigos, y después de lo de anoche a lo mejor hasta la poca dignidad, ¿Dónde acudir? Ahora lo único que tenía era a Cesar.
a
Fue al sofá sintiendo el corazón latir con mucha mas fuerza, las lágrimas corrían sin parar, la decepción, la rabia, el orgullo herido la invadía y no sabía como actuar, quería gritarles, golpearlos, asesinarlos, pero también huir, huir de todo. Se levantó y suspiró profundamente, la escena se repetía en su mente una y otra vez, ahí desnudos. Bajó las escaleras velozmente, todos los inquilinos estaban en sus puertas observándola, parecían que todos eran testigos de su vida y todos cómplices de lo que hacía Cesar, cualquiera de ellos podría tener información de cómo metió a esa mujer al apartamento. Caminó, caminó sin pensar, sin sentir, solo flotaba en un espacio, etérea, inerte, como muerta en vida, caminó tanto, llegó al parque del este, tomó un poco de agua y se sentó frente al estanque cuando de pronto vio a Mauricio y se olvidó de toda su desgracia.
a
Cuando Fabiana llegó preparó algo rápido de comer, Cesar la abrazó y le pidió que la soltara, le suplicó perdón por lo ocurrido ayer y ella fue hasta el cuarto y se asomó a la ventana, ahí afuera estaba todo: la gente, la tecnología, el mundo que quería conocer y que no estaba segura de disfrutarlo con él, Cesar cerró la puerta y volvió en si, lo vio a los ojos y se preguntaba porqué lo amaba tanto, él no se lo merece
- ¿No piensas perdonarme? – Dijo él con voz entrecortada.
- Hoy te vi en el cuarto de huéspedes con una mujer. –Le dijo en voz baja. – No sabes lo mal que me sentí al ver con mis propios ojos quien eres y qué eres capaz de hacer, comprobar que no me amas de verdad, que todos tenían razón y lo peor es que soy una pobre tonta.
- ¡Si te amo!- Interrumpió. – No sé por qué destruyo todo lo que toco, a veces soy tan bruto que no me doy cuenta del daño que le puedo hacer a otros, ¡es que soy tan idiota!- Gritó y golpeó fuertemente la pared, pasó las manos por su cabello y se limpió las lágrimas, prosiguió. – Me dejé llevar por mis impulsos, por la rabia, no medí las consecuencias mi Fabi, perdóname… quizás eso no basta pero es lo único que puedo pedirte, perdón, te amo y te juro que no volverá a pasar.
Comenzó a llorar desesperadamente y se recostó de la pared, Fabiana sintió lástima pero se contuvo y salió de la habitación, fue hasta el recibo y se lanzó al piso donde lo escuchaba llorar, su mente estaba en blanco, quiso desaparecer, se dirigió al cuarto y lo besó en los labios mientras lo desnudaba, se besaron con ahínco, sus ojos destellaban deseo, se besaron hasta el último poro, hasta que al final, en el piso, dieron rienda suelta al placer, a la pasión.
a
Durante días estuvo leyendo algunos libros de la universidad, pensando por instantes si volvía a estudiar y cómo decirle a Cesar que quería hacerlo, quizás el se opondría porque evitaba a toda costa que ella tuviera contacto con el resto del mundo, y lo que antes le parecía un acto de amor ahora le empezaba a agobiar, a sentirse presa dentro de ese cuarto, dentro de su mismo cuerpo. Cuando sonó el teléfono abruptamente deseó que fuese Mauricio, dejó las bolsas de comida que acababa de comprar y atendió. Era Alexandra pidiéndole le acompañara a ir de tiendas, ya que Cesar no estaba y quizás llegaba antes que él regresara aceptó. Ordenó los enseres, revisó las facturas y decidió preocuparse por los gastos después, ya las tarjetas de crédito estaban llegando a un límite y los intereses por mora aumentaban más.
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- Hablé con papá ayer en la noche, en Eslovenia amanecía, me contó que estaba muy bien, el fin de semana estará en Francia, va con nuestro hermanito, que curioso tener un hermano europeo que no conocemos. – Dijo Alexandra mientras se quitaba los lentes de sol y caminaban por la tienda observando todo.
- Si, tan solo lo conocemos por fotos. Quisiera hablar con papá, no sé de él desde hace tanto. Y Mamá, ¿Cómo está?-Preguntó Fabiana.
- La abuela le consiguió una exposición en Buenos Aires, es de varios artistas latinos, estará un mexicano y un chileno también. Será dentro de tres semanas, está muy animada con eso, porque ha estado muy distante últimamente, también me pregunta por ti, pero no te perdona. Su exposición será al día siguiente de la boda de Mauricio, partirá después del matrimonio a Argentina – Dijo Alexandra con tranquilidad.
Esa noticia recorrió cada uno de los sentidos de Fabiana hasta estallar en su cerebro, tardó segundos en reaccionar y hasta dudó de haber escuchado bien, ante su gesto de incredulidad, sorpresa, negación, rabia, decepción y un mínimo de alegría, Alexandra explicó mejor.
- Si Fabiana, se casa con Clemencia, y nos han invitado. Mamá y yo luego de pensarlo decidimos ir un rato, con mi novio, no estaremos a gusto, pero por cortesía debemos estar ahí, además nuestras familias a pesar de todos siguen siendo amigas.
- Es demasiado rápido. – Dijo aun sorprendida Fabiana.-
Han pasado algunos meses desde que sucedió tu huida. Y la boda de ellos dicen que será tan pronto porque Clemencia tiene un contrato que cumplir en Japón y Mauricio decidió hacer un postgrado y dejar sus negocios en manos de su padre, nada mejor para un informático que estudiar en Asia. Antes de marcharse quieren casarse. Claro el día de la boda, la familia de Mauricio estará en casa de la novia. Para evitar su fuga.
Ambas sonrieron. Alexandra aunque es la menor posee una seguridad y madurez de la que muchos dicen carece Fabiana.
- Es increíble como aquello que antes era un problema, una tristeza, ahora nos cause gracia. De verdad le deseo toda la felicidad del mundo. En tres semanas ya no habrá vuelta atrás. – Dijo Fabiana suspirando.
Alexandra se probó un vestido, le regaló unas botas a Fabiana, caminaron un poco más y luego se sentaron a comer.
- ¿Como estas con Cesar?, jamás hablas de él. - Preguntó su hermana.
- Estoy bien. – Se limitó a decir. Volteó casualmente y a través de los enromes ventanales del centro comercial pudo ver a gran distancia que Cesar se encontraba en la acera, al frente, se levantó y corrió hasta el ventanal, Alexandra la miró asombrada y la siguió. Había visto bien, era César.
- ¿Qué sucede? – Preguntó Alexandra. – ¿Vistes un fantasma?
- Es Cesar, allá abajo. – Lo señaló. – Está vestido con un sweater que le regalé hace días.
- No es de extrañar que le des todo. No sabes cuanto detesto a ese tipo.
- Pero es que no entiendes...- Dijo Fabiana. - Está muy impecable, y no debería estar aquí, y tampoco debería estar vestido así.
- No sé de que habas. – Dijo Alexandra extrañada.
- Él está trabajando en construcción, debería estar lleno de polvo, para ser más lógicos, él debería estar trabajando ahorita. – Dijo en voz baja, pensativa, analizando todo y tratando de escudriñar a tanta distancia cada gesto. ¿Qué hacia en esa zona tan lejos de casa? ¿Que hacía cada día?¿Por que no vestía la ropa con la que salio del apartamento en la mañana. ¿Dónde estuvo esos dos años? Vio desde lo alto que tomó un taxi, respiró profundamente, pidió un mocaccino, hablaron un rato más, Fabiana le dijo que se quedaría un rato en el centro comercial cuando Alexandra le dijo para llevarla a su casa, algo extrañada se retiró, sabía que no todo marchaba tan perfectamente como Fabiana lo hacía aparentar, dudaba si decirle a su madre todo lo que estaba sospechando, pero prefirió callar y esperar. Pasaron algunas horas y Fabiana se asomaba a la ventana reiteradamente, tomó otro café, entró al cyber y casualmente pudo hablar con su padre a través de esa gran herramienta que es la Internet, no ahondó en detalles, pero le dejó entrever que quería marcharse lejos y él le insinuó que Europa Central queda a mucha distancia de Caracas. Caminó nerviosa hacia la ventana y ahí estaba, el mismo taxi, bajó rápidamente, las nubes estaban grises, el viento era frío.
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Mauricio estaba al pie del altar, observó el reloj y aunque no quería pensar en lo que sucedió, ese triste recuerdo venía a su mente, su madre lo observó desde el primer puesto y le sonrió tratando de otorgarle algo de calma, algunos periodistas aguardaban afuera, al fin llegó ella, Clemencia, mas hermosa, mas delicada, resplandeciente, sonrió desde la puerta y la marcha nupcial comenzó. Fabiana observó el reloj, faltaba poco, y corrió, hoy tomó una decisión: Toda determinación que tomara la llevaría a cabo, toda decisión conlleva a la acción, sería mas espontánea y lucharía por lo que quería y lo que pensaba, aprendería de cada error y cada experiencia negativa seria una enseñanza, cruzó la esquina, respiró profundamente y se detuvo en la entada de la Catedral.
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Se dirigió al taxista, con toda la seguridad de que era la misma persona con la Cesar había conversado pensó que podía descubrir muchas cosas.
- Buenos días. – Dijo con Firmeza. – Podría llevarme a la misma dirección donde llevó al señor del sweater blanco, hace dos horas aproximadamente.
El chofer la miró extrañado, dejó escapar una bocanada de humo y lanzó el cigarrillo a la acera.
- Era un señor alto, moreno. – Prosiguió ella
.- Sí, lo recuerdo. – Dijo el señor interrumpiendo y sonrió, dejando ver su maltratada dentadura. Mientras se dirigían al lugar, su imaginación no descansó, no sabía si ese desconocido la estaba llevando a donde quería, pero el paisaje iba cambiando drásticamente y observaba zonas tan pobres que jamás había visto. Apretó el celular, si algo le sucedía bastaba con llamar, ¿a quien?, empezó a comerse las uñas, si Cesar estaba ahí, ¿Qué hacia?, pensó en miles de cosas que podría hacer y eso la aterraba más, lo conocía tan poco, ¿Qué haría Cesar esos dos años?, se mordió el labio inferior, ¿Cómo averiguarlo?, tenia que dejar el miedo y enfrentar la vida como es, tenía que adaptarse a la soledad si era preciso, ¿vivir conmigo misma me aterra tanto? tenia que aceptar que había crecido, madurado y que podía valerse por sí misma. Llegaron. Era un barrio de clase baja situado al oeste de la ciudad, algunos niños corrían descalzos y un grupo de hombres tomaban cerveza en la esquina, se armó de valor y se dirigió a ellos.
- Buenos días. – Dijo observándolos a los ojos. - ¿Dónde puedo encontrar al señor Cesar Duran?Ellos la miraron con deseo, pero se mantuvo inmune a esos pensamientos libidinosos que flotaban en el ambiente.
- Si no está en su casa debe estar con un cliente. Imagino que quiere mercancía, ¿verdad? – Dijo uno de ellos, un señor de 40 años, con la barba crecida, y el cabello enmarañado.
- Si. Lo estoy buscando por un negocio. – Dijo ella rápidamente, tratando de adivinar a qué se refería.
- Es la tercera casa después de esa esquina. – Señaló el mismo hombre.
Caminó despacio, pensó que era mejor retirarse, dialogar luego con Cesar sobre lo ocurrido, esperar que fuese él quien le dijese que estaba sucediendo. Tal vez estaba equivocada y había hecho demasiadas conjeturas, condicionada por tantos comentarios negativos hacia él. Se detuvo, estaba comenzando a llover, observó el reloj, y reconoció que aparte de que era tarde debía guardarlo, estaba en un barrio peor que donde vivía. Le urgía saber quien era ese ser con el que dormía, con el que soñaba, con el que decidió cambiar de vida, con el que hacía el amor. También vino a su mente el próximo matrimonio de Mauricio y reconocer que jamás ese hombre volverá a amarla la hizo sentir desdichada. Caminó y decidió terminar lo que había iniciado. Tocó la puerta. Observó el lugar. Volvió a tocar. Algunas gotas comenzaron a caer. Tocó por tercera vez. - ¡Ya voy! – Gritaron desde adentro, era una voz chillona acompañada del llanto de un niño. Hasta que al final abrieron la puerta. Era una mujer morena, de cabello ondulado, contextura gruesa, ojos pardos. Llevaba un niño de la mano y en el hombro un bebe de algunos 6 meses de nacido.
- ¿Dígame que buscaba por aquí mijita?- Dijo de forma desafiante.
- Busco al señor Cesar, me dijeron que vive aquí, el señor Cesar Durán. – Dijo con dulzura. Tratando de equilibrar la situación.
- Mi esposo acaba de salir. – Dijo con una marcada acentuación esa mujer para hacerla enterar de que ese hombre le pertenecía ante las leyes y Fabiana quedó petrificada.
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miércoles, 17 de octubre de 2007

PUPSAM = Sensualidad Fotográfica

François (2006)
¿Vistes bien la foto? No es una foto dirigida al público homosexual, obsérvala bien. ¿Notaste algo? . Aunque creo que a simple vista puede notarse que es la misma persona, puede resultar asombroso ver el efecto que por obra del photoshop se esta besando a sí misma. Tal vez una forma de decirnos “Hay que amarse mucho” “debemos valorarnos” una clase superior de autoestima, o quizás es solo un guiño a lo que es la vanidad. Pero de forma contundente observamos una imagen que mezcla algo de erotismo, seducción, hedonismo y aparte mucha sexualidad.
Los fotógrafos franceses David Puel y Thomas Libé quienes trabajan juntos bajo el nombre de Pupsam realizaron una brillante galería donde el principal motivo era BESARSE A SI MISMO (Selfkiss), utilizando como herramienta el Photoshop, wikipedia dice al respecto sobre este programa:

"Photoshop en sus primeras versiones trabajaba en un espacio bitmap formado por una sola capa, donde se podían aplicar toda una serie de efectos, textos, marcas y tratamientos. En cierto modo tenía mucho parecido con las tradicionales ampliadoras. En la actualidad lo hace con múltiples capas. Photoshop ha dejado de ser una herramienta únicamente usada por diseñadores / maquetadores, ahora Photoshop es una herramienta muy usada también por fotógrafos profesionales de todo el mundo, que lo usan para realizar el proceso de "positivado y ampliación" digital, no teniendo que pasar ya por un laboratorio más que para la impresión del material

Una muestra más del trabajo de Pupsam:

Celia (2006)

Al respecto mi amigo Luís Velásquez, fotógrafo por hobbie y quien hizo curso de fotografía en la UC me comenta: “Nada mejor que la fotografía en su esencia natural, ver un rostro envejecido, un cielo despejado, las grietas de una pared. Aunque en el aspecto publicitario se ha hecho indispensable el uso de este programa, ya que es muy importante para la creación de efectos, como unión de personas – paisajes – cosas -situaciones”

En mi opinión la Obra de Puel y Libé crea cierta conmoción, según ellos todos tenemos esta visión narcisista, y en algún momento hemos querido besarnos.

Fan-Fan (2006)

David (2006)
Su trabajo fotográfico es impecable y complejo, mas allá de la unión de dos personas que se tocan y se miran está el efecto de abrazarse, besarse y no solo eso, sino transmitir algo con la mirada, las facciones, los gestos. Es impresionante gracias a la manipulación y al control técnico y según críticos nos retratan momentos deseados, soñados, ocultos en el fondo de nosotros y siempre negados.

En lo particular me parece atractiva, artística y sensual su propuesta, provocativa e inteligente, y hasta aceptaría besarme conmigo mismo para luego ver reflejado a la perfección esa obra que ellos hacen de forma ¡genial!

Me atrajo bastante ver la primera fotografía, tanto que indagué de inmediato sobre ellos y dejaré para el próximo miércoles el tema que trataría hoy. Así que como en la fotografía pidiendo que se retiren para que las dejen besarse, me despido para no pecar de vouyerista.

Frédérique (2006)

Y tal como pregunta el creador de la pág mangasverdes.es: ¿Te has imaginado alguna vez cómo sería besarte a ti mismo? ¿Cómo te verías, qué sentirías, qué tal te tratarías?

Aquí la página donde pueden ver más de Selfkiss y otras colecciones: Click

domingo, 14 de octubre de 2007

HUELLAS IMBORRABLES

Durante varios días él salía muy temprano, aun cuando ella dormía, y a veces llegaba ebrio cuando también ella dormía, así que algo a lo que presuntamente le tenía tanto miedo pasó a ser su compañera: La soledad, la cual era aplacada por libros, por la televisión y por la observación del mundo a través de la ventana unido a sus pensamientos, también por las tareas domesticas que empezaba a realizarlas con más facilidad y rapidez, y por mirar el techo gris del apartamento durante horas. Tuvo que comprar comida y otras cosas del hogar, ese día Cesar llegó más temprano y eso la alegró, conversaron un poco sobre el escándalo de los vecinos y su música, luego se sentó frente al televisor y Fabiana almorzó algo ligero, sola, observándolo desde la mesa, ahí sin camisa, su espalda amplia, hasta que el celular sonó y volvió en si, enseguida él se levantó y sin disimulo se colocó a su lado, era su forma de ser, siempre fue así, Cesar no permitía que Fabiana tuviera números telefónicos anotados de sus amigos o compañeros, no le gustaba que recibiera llamadas y para ella el hecho de sentirse tan celada, tan protegida era una forma de sentirse amada.

- Es Alexandra. – Le dijo en voz baja, él asintió y fue al sofá otra vez. Fabiana se acercó y le acarició el cabello, pero no recibió respuesta

- Alexandra me invitó a comer, tenemos tiempo sin hablar.

- ¿Dónde van a verse? ¿Le dijiste que viniera? – Dijo Cesar.

- No, me dijo para ir al centro comercial y así la acompaño a hacer unas compras. No creo que Alexandra se atreva a venir hasta acá.

- Claro, le puede dar alergia a la niñita consentida.- Dijo cesar con ironía. – Es mejor que no venga, sino lo que hará es criticar y llevarle chismes a tu mamá.

- Si Alexa no viene hasta acá es por lo peligroso de la zona no porque se crea superior a nadie, ella es muy sencilla.- Dijo Fabiana

- Muy sencilla, la catirita que debe dormir con los ojos abiertos para que vean que los tiene azules. – Dijo y se tomó la cerveza de un solo trago.

- Cesar el hecho es si me dejas ir, es solo un rato.

- Si no la veo por aquí por supuesto que puedes ir, pero vienes antes de la cena, porque no me gusta prepararme nada de comer.

Caminamos un rato sin decir nada, observarla a los ojos me dolía, me avergonzaba o quizás no quería que notara que aun no encontraba la felicidad pero me costaba admitirlo, y todo aquello que vi en las clases de psicología general relacionado con la Gestalt empezaba a identificarse conmigo o tanto ocio hacia que le buscara una explicación a mi forma de ser y sentir. Como en un acuerdo tácito nos sentamos y pidió soda dietética para ella, café para mí.

- No vine aquí para juzgarte Fabi. – Dijo Alexandra mirándome a los ojos. – Tú eres mi hermana, mi amiga y tienes mi ayuda para todo. Mamá esta dolida, se ha encerrado en su atelier y ha hecho muchas pinturas, parece que la tristeza es su mejor musa.

Ambas sonrieron.

- Gracias Alexa, he pensado en ustedes día y noche, en papá, en los abuelos, en todo lo que pasó y como les pudo afectar.

- Te cuento que Ernesto y yo estamos peleados por eso. – Dijo Alexandra y Fabiana se asombró, continuó. – No dejaba de hacer bromas con tu gran huida, diciendo que iba a llevarme atada cuando nos casáramos, que me iba a colocar guardaespaldas, cámaras en la casa, que si huía me mandaba a secuestrar y yo no le veía la gracia.

- Tu novio siempre ha sido muy cómico – Dije mientras tomaba un sorbo de café. – No le prestes atención además ustedes se aman y viven peleando como niños.

- Es verdad, cuando me llame por tercera vez lo perdono. Lo haré sufrir un poco.

Sonreímos, suspiré y sentí nostalgia por esos momentos que compartíamos juntas, las alegrías, las tristezas, las rabias.

- ¿Y Mauricio, haz sabido algo de el?, me aterra solo pensar en verlo a la cara.

- Él sigue manteniendo contacto con mamá y a veces hablamos, obviamente que se ha distanciado, sin embargo es gran amigo de la casa, al igual que sus padres, por cierto está saliendo con Clemencia Narváez.

- ¿Clemencia Narváez? – Pregunté, tratando de recordar quien era.

- Es la modelo, la rubia de los bucles, es altísima… es la modelo de moda, está en todos los comerciales ¿recuerdas? Creo que estudiaron juntos.- Dijo Alexandra y encendió un cigarrillo.

- Si la recuerdo, siempre anduvo detrás de Mauricio pero él nunca le prestó atención.

- Ahora se les ve muy unidos, y de verdad espero que se enamore de ella y logre olvidarte.

Digerí cada una de sus palabras, se que una persona mas sincera que mi hermana no hay, tras su crudeza de decir las cosas había una gran verdad, y su objetividad era indiscutible. Sin embargo un sentimiento extraño embargaba mi corazón al saber que posiblemente ese ser tan especial ya me había dejado de amar, que ya yo no era esa niña mimada para él y que mi lugar era ocupado por una mujer sumamente hermosa, reconocida por ella misma y no por ser la hija de o la nieta de, de una forma muy veloz pasó por mi cabeza que Mauricio es mejor hombre que César. Y que Mauricio buscó una mujer mejor que yo.

- Seria egoísta de mi parte desear que ustedes vuelvan. – Dijo Alexandra. - ¿Tu como estas?, ¿necesitas algo? Dinero, ropa...

- No, no necesito nada de verdad, estamos bien. – Interrumpí.

Cuando volvió Cesar no estaba, se echó a la cama y abrazó a la almohada, escucho la discusión en el apartamento contiguo y al menos quiso pelear para no estar tan sola, ¿Cómo seria mi vida con Mauricio? Se preguntó, y miles de interrogantes desfilaban por su cabeza, tomó el teléfono y marcó su número, escuchaba repicar el celular, su corazón se aceleró, empezó a comerse la una del pulgar y luego con el dedo índice hacia un nudo en su cabello, Cesar entró, la observó y colgó la llamada, deseó irse lejos, cambiarse el rostro y ser otra, correr, volar, ser una niña y depender de sus padres. Esbozó una sonrisa y escondió todo ese mundo que llevaba dentro. Cesar le dijo que irían a una fiesta en casa de unos amigos e inmediatamente fue a vestirse, no sabia que ponerse y esperó contar con la aprobación de su marido. Optó por lo más sencillo, un jeans a la cadera y una blusa blanca con una chaquetilla rosa que combinaba con un cinturón y los zapatos bajos. Cesar es un hombre alto, corpulento, de piel morena y cabello oscuro, arrogante, inspira apatía. Al llegar todos voltearon a ver a Fabiana, es tan elegante, Cesar estropeaba su belleza y su aura angelical, le trajo una cerveza y hablaron un poco, luego se acercaron unos amigos y rieron juntos pero Cesar se marchó con ellos y la dejo ahí, sola. Caminó hasta el jardín, le gustaba la naturaleza, el aire fresco, no había luna, vio dos gatitos correr entre los arbustos. Ama a Cesar, pero le hace falta detalles para hacer mejor la relación, Mauricio era tan diferente, siempre tan pendiente de ella, tan caballero, ¿No era eso lo que me aburría de él? ¿Será que su condición de mujer la hacia tan inentendible?, ¿Por qué tantas comparaciones? Varios hombres la invitaron a bailar pero se negó, sabía como podría responder Cesar si la veía con otro, caminó hasta el recibo de la casa, la música era estruendosa, muchas personas reían, tomaban cerveza, y observó a Cesar con una mujer, hablaban amenamente y sonreían luego fueron a bailar. Fabiana volteó, caminó por el estrecho pasillo y salió otra vez al jardín, se sentó en un tronco y uno de los gatitos se acercó, un gatito blanco de poco mas de un mes de nacido, lo tomó entre sus manos y comenzó a llorar. Ese pequeño animal parecía entender sus lágrimas, su alma y la observaba pacientemente como queriendo ayudarla. Fue hasta el baño, se maquilló y luego se dirigió a donde estaba Cesar quien la tomó de la mano y la llevó hasta el auto. No hablaron durante el camino, él la observaba, pero su rabia no le permitía articular palabra alguna, al llegar al apartamento al fin le preguntó qué le sucedía y tras su silencio quiso besarla en los labios pero ella se apartó bruscamente.

- No tuviste la cortesía de presentarme a tus amigos, ¿Escondes que soy tu mujer?, jamás me sentí tan humillada tan ignorada, me sentía tan estúpida. – Dijo y se volteó.

- Deberías ser un poco más sociable. – Dijo Cesar y sonrió, ella se volvió y lo miró a los ojos.

- Son tus amigos, no los conozco. Tu deber como caballero era presentarme a cada uno, estuve sola toda la noche, tu deber como pareja era acompañarme, tu deber como mi marido era atenderme, ni me invitaste a bailar y rechacé todas las invitaciones mientras tú hablabas y reías con una mujercita que por encima se le ve que es una cualquiera.

- Estas celosa. – Dijo riendo a carcajadas y caminó hacia el sofá.

- ¿No tengo derecho a estarlo? – Dije y se detuvo. – Jamás debí haber ido a esa fiesta, jamás debí hacerte caso, observa como vivimos, no estoy acostumbrada a esto, te desapareces todos los días y no sé donde estás, no sé si regresarás, no sé quien eres ni que piensas, no estoy segura de si me amas y creo que mi batalla diaria es conquistarte, debo hacerme cargo de todas las necesidades de la casa, hasta de alimentarte, estoy harta de esta vida, !Estoy harta de ti!- Le gritó y él le dio una bofetada que la lanzó al piso, lo miró sorprendida y se colocó la mano en la mejilla, él la observó con temor pidiéndole perdón, ella corrió hasta su cuarto, cerró la puerta y se lanzó a la cama, y comenzó a llorar.

Caminaba por el Parque del Este, observando el pequeño estanque y las aves revolotear, las personas ir de un lado a otro, viviendo en su propio mundo, esa mañana pensó que debía reestructurar su vida, crearse metas, tan solo estaba existiendo y apartando a un lado lo que era vivir, quizás retomar sus estudios de Antropología, tal vez trabajar, no sabia de qué podía emplearse, podía enseñar a niños a leer, dar clases de estadística o de literatura, quizás hacer esculturas, lo que antes era su hobbie, trabajar en un museo. De pronto lo vio, ahí estaba él. Se escondió tras un árbol, Dios era él después de tanto tiempo, vestía un mono gris y estaba empapado de sudor. Era Mauricio, tan esbelto, tan rozagante como siempre. ¿Me acerco?, ¿me marcho?, ¿qué le digo? Respiró profundamente llenándose de valor y cuando dio el primer paso observó a la chica con los rizos más hermosos, era Clemencia, una joven que conoció hace algún tiempo y ahora ve a cada momento en los comerciales. Se besaron en los labios y sintió una enorme tristeza, pero era ella quien condujo a que todo esto sucediera.

- Hola Mauricio. – Dije

- Hola, espero estés bien. – Dijo Mauricio, tomó a Clemencia de la mano y se fueron trotando.

Se observó en el espejo, tenía la cara hinchada, ¿Cómo hablar en el matrimonio para que esto no suceda?, ¿era ella la culpable?, ¿el era muy violento?, ¿La monotonía lo destruye todo o es que a ella le encanta la aventura? Caminó por todo el cuarto, ahí estaba el gatito, lo tomó entre los brazos, se asomó a la ventana y observó a Caracas, ¿Para ser feliz debo estar casada?, ¿Tengo que soportarlo todo porque él es mi pareja? Su cabeza era un laberinto de preguntas, tomó el teléfono y decidió que esta vez si le hablaría, no sabía de él desde un día antes de la boda y necesitaba al menos saber que estaba bien.

- ¿Quién habla? – Dijo al fin durante esa espera que le parecieron horas.

- Soy yo, Fabiana.

No le permitió hablar mas, Mauricio colgó la llamada, sabía que él tenía razón de odiarla, fue hasta la cocina y le dio leche al gatito, no había nada de comer, es extraño ayer había comprado muchas cosas, se sentó en el sofá y encontró un arete que no le pertenecía, corrió hasta el cuarto contiguo y ahí estaba Cesar en el piso con una mujer al lado, desnudos, Fabiana cerró la puerta y deseó morir.

© Jesus Maury, 2007, todos los derechos reservados.



miércoles, 10 de octubre de 2007

Eduardo Relero sinónimo de Arte


Hace semanas recibí un email cuyas pinturas tridimensionales me llamaron bastante la atención, dependiendo del ángulo con el que las observara podía ver una imagen perfecta, (o muy imperfecto). Un mural bastante original y colorido, a veces onírico. Quise saber de quien era esa obra, así que me fui a Google: “Arte Callejero” y lo encontré, era de Julian Beever, así también encontré a otro Artista exponente nacido muy cerca de mi país, bueno, al menos de este lado del planeta, era Eduardo Relero.



Wikipedia brevemente lo define así: "Es un artista argentino (Rosario) que vive en España donde realiza en el suelo de distintas ciudades impresionantes dibujos anamorficos en forma de sátira o crítica social"
Vi sus retratos, esculturas y luego descubrí que ese arte callejero tenia un nombre, Anamorfosis.
¿Qué es eso?
Según la pagina http://www.mat.ucm.es/~jesusr/expogp/anamor.html
"Es una técnica ingeniosa de perspectiva usada para dar una imagen distorsionada del sujeto representado en una pintura cuando se ve desde el punto de vista usual, pero de tal manera distorsionada que si se ve desde un ángulo especial o si se refleja en un espejo curvo, la distorsión desaparece y la imagen en la pintura resulta normal. Derivado del término griego que significa trasformar"
Relero lo explica con su talento:


La precisión de su trazo, la exaltación de los detalles, el colorido de su obra me atrajo, aunado a la ironía implícita, la crítica asomada, la gracia proyectada... todo el conjunto.

Descubrí que tenia un blog, y le dejé un comentario, cual seria mi sorpresa que el artista responde a mi email. Y que grato saber que le gustó lo que planteo en este blog, y que además aceptaba ser mini entrevistado por este servidor y me daba permiso de publicarle sus obras. Así que sin más preámbulos vean lo que Eduardo hace con sus manos y su alma:

Hay preguntas que se me escaparon, pero es que el espíritu de periodista no siempre me acompaña. Eduardo es muy cordial, atento, y no sabe usar el msn, pero si responde los mail. Desde aquí muchas gracias por dedicar unos minutos a este blog y por dejar conocerte un poco más.

Inmersas en el mismo correo estaban estas preguntas para él
¿Qué te inspiró? ¿Qué te motiva?, ¿qué obra te gusta más y porque? ¿Como llegaste a donde estás ahora?, ¿que sientes al ver la reacción de las personas antes tus obras?
De forma general y por lo ocupado que estaba alcanzó a responderme de forma general algunas, de forma textual:

ER: Que me motiva: es una pregunta muy difícil de responder pero te diría comienza antes de que yo decida cualquier cosa, en mi pequeña infancia, supongo que como juego el dibujo se presenta como un acto de magia, de ilusión, de concentración en las propias fuerzas. Convocar lo que está ahí afuera y meterlo en una hoja en un orden propio,"decirlo", atraparlo para siempre pero no como el infructuoso intento de atrapar la primavera en una hoja seca adentro de un libro. Y también "decir " las cosas o conceptos de Dentro pero en el lenguaje del Afuera, el de las Apariencias (en oposición a las Esencias).
Hay también un placer en la ejecución, una vanidad en la exposición de la habilidad, un pudor en la difusión, un hedonismo en la autorecreación, un sufrimiento en la invención, un dolor en la apertura al mundo. Un malestar en la absurda falta de integración racional social para alguien que existe fuera de las instituciones y las empresas (gracias a dios).y una incomprensión de las posibilidades reales de encontrar una sociedad en donde el Arte pertenezca sinceramente con todo el magnífico esplendor que tuvo un tiempo a las practicas cotidianas y espirituales de la vida social.
Como verás es un tema espeso si uno tiene ganas de entrar. Obtengo un placer en la comprensión, me gusta la Filosofía, me resulta muchas veces no diría inspiradora sino que me quita una picazón racional que me deja libre las manos para hacer. Me inspiran mas los rincones absurdos, obviamente me resulta insulso el rostro satisfecho (algo de romanticismo?) El hombre y la mujer de éxito son los sujetos menos artísticos del mundo. El hombre y la mujer de Éxito son un fracaso no sólo psicológico sino también como bodegón.
Afirmar la superioridad artística del perdedor no es nuevo pero es una discusión que genera algo de pensamiento al emprenderla.

Algunas cositas:
1. Donde vives actualmente (si es en España por qué te fuiste de Argentina?) 2. Cual es tu pintura preferida de las tuyas, y que artista admiras. 3. Donde te gustaría hacer un mural (anamorfosis) en que ciudad, pueblo, calle??

ER: Hola Jesús, que tal va todo ?
Actualmente vivo en Sevilla , desde hace sólo tres meses, los once años anteriores los viví en Madrid y los anteriores seis en Roma. Es decir llegué de Argentina a Roma en el año 90 y si bien ya venía de una formación en cierto modo heredada (mi padre pinta y mi abuelo erapintor ), mi formación se dio mas en Roma. No se cual prefiero, suele gustarme la última que hago. Tampoco lo tengo bien claro dónde quisiera hacer una ,tal vez me gustaría en un sitio techado (así trabajo tranquilo sin miedo a la lluvia) con cierta carga histórica como un mercado de una vieja ciudad de Italia.

A continuación un ejemplo vivencial, palpable de lo que nos regala este maestro. Espero un día admirarla frente a frente, fotografiarla y luego me firmes la foto.



Saludos desde Venezuela Eduardo!!!